martes, 17 de noviembre de 2015

UN HOMBRE EN SU TIERRA.




1José se echó a llorar, y abrazó y besó a su padre. 2Más tarde, les encargó a sus médicos particulares que prepararan el cuerpo de su padre para embalsamarlo. Así lo hicieron los médicos, 3y en los preparativos tardaron cuarenta días, pues eso es lo que se lleva embalsamar un cuerpo. Los egipcios, por su parte, lloraron la muerte de Jacob durante setenta días.
4Pasados los días de duelo, José les dijo a los miembros de la corte del rey de Egipto:
—Si puedo pedirles un favor, yo les agradecería que le hablaran al rey por mí. Díganle 5que cuando mi padre estaba a punto de morir, me hizo jurarle que yo lo enterraría en su propia tumba, la cual está en Canaán. Pídanle que me deje ir a enterrar a mi padre, y que luego volveré.
6El rey le respondió:
—Ve a enterrarlo, tal como te pidió que lo hicieras.
7-9José fue a enterrar a su padre. Lo acompañaron todos sus hermanos y familiares, y todos los asistentes del rey, es decir, toda la gente importante del reino y del país. También lo acompañaron muchos carros y gente de a caballo. En Gosen sólo se quedaron los niños, las ovejas y las vacas.
10Al llegar al campo de Atad, que está cerca del río Jordán, José guardó siete días de luto por su padre, y todo el grupo lamentó amargamente su muerte. 11Cuando los cananeos que vivían allí vieron llorar a los egipcios, dijeron: «Parece que a los egipcios se les murió alguien muy importante». Por eso al campo de Atad le pusieron el nombre de «Campo de las lágrimas egipcias».
12-13Los hijos de Jacob llevaron el cuerpo de su padre a la tierra de Canaán y lo enterraron en la cueva de Macpelá, que Abraham le había comprado a Efrón el hitita para usarla como tumba. La cueva y el campo están cerca del bosque de Mamré. Así cumplieron con los últimos deseos de su padre.
14Después del entierro, José y sus hermanos regresaron a Egipto, junto con toda la gente que los había acompañado.
José tranquiliza a sus hermanos
15Al ver que su padre estaba muerto, los hermanos de José pensaron: «¿Qué vamos a hacer si José todavía está enojado con nosotros, y quiere vengarse por lo que le hicimos?»
16-17Entonces mandaron a decirle: «José, antes de que nuestro padre muriera, dejó dicho que debías perdonarnos todo el mal que te hemos causado. Es verdad que te hemos hecho mucho daño, pero te rogamos que nos perdones».
Cuando José recibió este mensaje, se puso a llorar.18Sus hermanos fueron entonces a verlo, y se arrodillaron delante de él. Le dijeron:
—Somos tus esclavos.
19-21Sin embargo, José los tranquilizó, y con mucho cariño les dijo:
—No tengan miedo, que yo no soy Dios. Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios cambió todo para bien. Ustedes han visto ya lo que ha sucedido: Dios ha dejado con vida a mucha gente. Así que no tengan miedo. Yo voy a cuidar de ustedes y de sus hijos.
Muerte de José
22José se quedó a vivir en Egipto, junto con toda la familia de su padre. Alcanzó la edad de ciento diez años 23y llegó a ver a los bisnietos de Efraín. También meció en sus rodillas a los hijos de Maquir, que eran sus nietos por parte de Manasés.
24-25Algún tiempo después, José les dijo a sus hermanos:
«Ya me falta poco para morir. Pero pueden estar seguros de que Dios vendrá a ayudarlos y los hará volver a la tierra que, bajo juramento, prometió darles a Abraham, a Isaac y a Jacob. Ustedes, por su parte, tienen que jurarme que se llevarán de aquí mis restos cuando yo muera».
26José murió en Egipto a la edad de ciento diez años. Su cuerpo fue embalsamado y puesto en un ataúd.

sábado, 31 de octubre de 2015

La Roca de Israel.

Profecía de Jacob acerca de sus hijos

1Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los días venideros.
2Juntaos y oíd, hijos de Jacob,
Y escuchad a vuestro padre Israel.
3Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor;
Principal en dignidad, principal en poder.
4Impetuoso como las aguas, no serás el principal,
Por cuanto subiste al lecho de tu padre;
Entonces te envileciste, subiendo a mi estrado.
5Simeón y Leví son hermanos;
Armas de iniquidad sus armas.
6En su consejo no entre mi alma,
Ni mi espíritu se junte en su compañía.
Porque en su furor mataron hombres,
Y en su temeridad desjarretaron toros.
7Maldito su furor, que fue fiero;
Y su ira, que fue dura.
Yo los apartaré en Jacob,
Y los esparciré en Israel.
8Judá, te alabarán tus hermanos;
Tu mano en la cerviz de tus enemigos;
Los hijos de tu padre se inclinarán a ti.
9Cachorro de león, Judá;
De la presa subiste, hijo mío.
Se encorvó, se echó como león,
Así como león viejo: ¿quién lo despertará?
10No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos.
11Atando a la vid su pollino,
Y a la cepa el hijo de su asna,
Lavó en el vino su vestido,
Y en la sangre de uvas su manto.
12Sus ojos, rojos del vino,
Y sus dientes blancos de la leche.
13Zabulón en puertos de mar habitará;
Será para puerto de naves,
Y su límite hasta Sidón.
14Isacar, asno fuerte
Que se recuesta entre los apriscos;
15Y vio que el descanso era bueno, y que la tierra era deleitosa;
Y bajó su hombro para llevar,
Y sirvió en tributo.
16Dan juzgará a su pueblo,
Como una de las tribus de Israel.
17Será Dan serpiente junto al camino,
Víbora junto a la senda,
Que muerde los talones del caballo,
Y hace caer hacia atrás al jinete.
18Tu salvación esperé, oh Jehová.
19Gad, ejército lo acometerá;
Mas él acometerá al fin.
20El pan de Aser será substancioso,
Y él dará deleites al rey.
21Neftalí, cierva suelta,
Que pronunciará dichos hermosos.
22Rama fructífera es José,
Rama fructífera junto a una fuente,
Cuyos vástagos se extienden sobre el muro.
23Le causaron amargura,
Le asaetearon,
Y le aborrecieron los arqueros;
24Mas su arco se mantuvo poderoso,
Y los brazos de sus manos se fortalecieron
Por las manos del Fuerte de Jacob
(Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel),
25Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará,
Por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá
Con bendiciones de los cielos de arriba,
Con bendiciones del abismo que está abajo,
Con bendiciones de los pechos y del vientre.
26Las bendiciones de tu padre
Fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores;
Hasta el término de los collados eternos
Serán sobre la cabeza de José,
Y sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos.
27Benjamín es lobo arrebatador;
A la mañana comerá la presa,
Y a la tarde repartirá los despojos.
Muerte y sepelio de Jacob
28Todos estos fueron las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su padre les dijo, al bendecirlos; a cada uno por su bendición los bendijo. 29Les mandó luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo,30en la cueva que está en el campo de Macpela, al oriente de Mamre en la tierra de Canaán, la cual compró Abraham con el mismo campo de Efrón el heteo, para heredad de sepultura. 31Allí sepultaron a Abraham y a Sara su mujer; allí sepultaron a Isaac y a Rebeca su mujer; allí también sepulté yo a Lea. 32La compra del campo y de la cueva que está en él, fue de los hijos de Het. 33Y cuando acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y expiró, y fue reunido con sus padres.